Ante la agresión sufrida por una trabajadora del Centro de Menores de Lezo por parte de un interno del mismo, la Agrupación del Partido Comunista de Euskadi PCE-EPK Oarsoaldea, condenamos lo ocurrido y expresamos nuestra solidaridad con la trabajadora agredida.
Cabe destacar que no es la primera vez que se producen situaciones de este tipo en este y otros centros, donde los y las trabajadoras han sufrido agresiones tanto físicas, psicológicas, rotura de muebles e intalaciones etc.
Lejos de querer criminalizar a los menores provenientes de diversas y duras realidades personales, consideramos imprescindible que la administración pública, en este caso la Diputación, tome las medidas necesarias para que las y los trabajadores no estén expuestos a situaciones de riesgo en sus puestos de trabajo.
Aunque la Diputación dice conocer los hechos así como el "repunte de la conflictividad" y estar trabajando para resolverlos, desde la Agrupación del Partido Comunista de Euskadi PCE-EPK Oarsoaldea, les instamos a resolver cuanto antes esta situación y a repensar el modelo de servicio que presta en estos centros.
En dichos centros, el servicio está externalizado, lo que provoca que las condiciones laborales de los trabajadores como la aseistencia a los menores no sea la más adecuada y se produzcan estas situaciones. Apostamos por la gestión pública directa de los centros de menores y por la inversión adecuada para que puedan cumplir sus funciones y objetivos.